Este proyecto de reforma de cocina combina funcionalidad, diseño moderno y calidez, creando un espacio que se adapta perfectamente a las necesidades del día a día. La cocina se organiza en un diseño abierto que conecta de manera fluida con el comedor y el salón, maximizando la luz natural y la sensación de amplitud.

Los muebles en tonos neutros, combinados con acabados en madera, aportan una atmósfera acogedora y contemporánea. El uso de encimeras de alta resistencia con acabado marmolado no solo garantiza durabilidad, sino que añade un toque de sofisticación al conjunto. La iluminación, cuidadosamente integrada con luces colgantes y puntos LED en las estanterías, resalta cada detalle y proporciona un ambiente cálido y funcional.

La peninsula central se convierte en el corazón del espacio, ideal para reuniones familiares o sociales, con un diseño ergonómico que permite una interacción cómoda entre cocina y comedor. Además, se ha optimizado el almacenamiento mediante armarios minimalistas y estanterías decorativas que mantienen la estética limpia y ordenada.

Este diseño no solo eleva el valor funcional del espacio, sino que transforma la cocina en un lugar donde la estética y la comodidad coexisten en armonía, convirtiéndose en un verdadero centro de vida del hogar.